(Por Carmen Atance)
A las once horas da
comienzo la Tertulia con menos aforo del habitual debido a la climatología.
Modera María José.
En primer lugar se decide suspender la próxima sesión a causa
de la huelga general convocada para el día 14,
y que sea el día 21 en que Nemesio Martín presente la introducción al Quijote.
Lastres propuso que el día 19 de diciembre, que es el
dedicado a la poesía, él podría dar una charla sobre la “composición”, que
sería un análisis sobre este tema clave en el arte.
Los tertulianos continuamos con las aportaciones personales
al análisis de la obra de Martín Santos. Se apunta cómo las opiniones del autor
sobre infinidad de temas impregnan los capítulos de Tiempo de silencio. Se precisa que fue Sartre su maestro, y que
Joyce tiene en este autor, como en otros, una gran influencia.
El libro ha impresionado mucho a todos, aunque ha habido
quien ha encontrado difícil de entender algunas divagaciones por lo que tienen
de psicoanálisis. Se comenta que, debido a la erudición del escritor, su texto
está plagado de vocablos no habituales, sintaxis complicada y alusiones a
autores (se habla de Freud, Ortega, Joyce, Cervantes…) que obliga a un
determinado nivel de cultura en el lector.
Respecto al título, que ya tratamos en la sesión anterior,
parece que, aunque censurados algunos párrafos, a él no le impide hablar de
todo en una época en que se imponía silencio.
Se habla de lugares y personajes: de las chabolas (“hechas
con piel humana”), de las pensiones, de las cárceles, de los burdeles, de las
casas de los ricos… Todo nos hace recordar la vida de nuestra infancia, y se
suscita una evocación en todos de la España que fue.
Respecto a los personajes, se comenta sobre la abuela de
Dorita, Celestina moderna, de la familia del “Muecas”, la antifamilia, del
“Muecas”, hombre de atractivo en su medio por la sensación de autoridad que
producía, de Matías (en quien Martín Santos proyectó algunos de los atributos
de su amigo Juan Benet: ingeniero, culto, bebedor, amigos de prostíbulos), y de
Pedro, de quien se dice que es un hombre intelectual, pero sin fuerza, que no
se mueve por principios éticos; es un antihéroe a quien falta el sentido de lo
trascendente.
Manolo nos habla de la investigación que sobre el cáncer
están llevando a cabo con las ratas. Debido a su formación científica, resulta
interesante.
La última pregunta queda en el aire debido al pesimismo que
desprende la obra: ¿Cuándo podremos salir de ésta? La pregunta parece que pueda
aplicarse a demasiados momentos de nuestra Historia.
Se levanta la sesión a las trece horas.
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